LA ENCOMIENDA DEL ARBOL...
Isaías 4:6 y habrá un abrigo para SOMBRA contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero.
Una mañana después de dejar a mi hijo en la escuela, mi esposa y yo vimos un árbol llamado "Ficus", este árbol tiene la peculiaridad que cuando es joven es una pequeña vara con hojas tiernas, pero cuando se le deja crecer se convierte en uno de los arboles más grandes y llenos de grandes ramas, con un hermoso follaje. Lo que me llamó la atención fue ver como ese árbol estaba inclinado sobre el camino, y mi esposa también se asombró por tan bella escena, yo le dije: "...Lo que sucede es que este árbol esta cumpliendo con una encomienda divina: dar sombra al viajero que va por el camino..."
Y eso me hizo pensar en mi vida, si estoy cumpliendo con la encomienda que el Señor puso en mi cuando me salvó, porque cuando el nos salva de la condenación eterna, es para vivir una vida con propósito. Muchos desgraciadamente, todavía no encuentran ese propósito y se sienten desmotivados, porque dicen: "yo no soy nadie, yo no soy nada, yo no tengo nada que dar...", pero si pudieramos ver los pequeños detalles y las pequeñas cosas que nos dan grandes enseñanzas, podríamos hacer algo con nuestra vida... Como ese árbol que llegó a ser grande pero no para si mismo si no para cumplir con su propósito para lo cual fue creado: Dar sombra y descanso a todo aquel que transite por ese camino, y no necesita de grandes recursos para cumplir su trabajo, solo le basta usar lo que tiene para llegar a ser de gran bendición y que tu y yo podamos decir como el salmista:
Salmos 138:8 Jehová cumplirá su propósito en mí;Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;No desampares la obra de tus manos.
DIOS LOS BENDIGA
SINCERAMENTE
PASTOR JOSUE...
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