TE DEJO LOS MANDOS...CUIDADO CON LA DEPRESION
"TE DEJO LOS MANDOS"
Esa fueron las ultimas palabras que el capitán de vuelo del avión A320 de la compañía alemana Airwings le dijo al copiloto Andreas Lubitz, que despego de barcelona para realizar el trayecto de esa ciudad a la ciudad alemana de Dulserdoff, y que se estrelló en Digne-les-Bagnes, en los Alpes franceses. En el avión viajaban 144 pasajeros y seis miembros de la tripulación.
La periodista Eva Cantón del periódico Sociedad de España asi narra lo que sucedió en base al resultado de las investigaciones.
Durante los primeros 20 minutos, los dos pilotos conversan normalmente, de manera distendida, incluso. «No pasa nada anormal». También es normal el contacto con los controladores aéreos franceses. A las 10.27 horas alcanza la velocidad de crucero, sobrevuela la ciudad francesa de Toulon y unos minutos más tarde se escucha al comandante repasar el procedimiento a seguir para aterrizar en el aeropuerto de Dusseldorf.
RESPUESTAS LACÓNICAS
Las respuestas del copiloto son «lacónicas». El último contacto con los controladores aéreos se produce a las 10.30 horas. A partir de ese momento la caja negra registra el ruido de un asiento que se mueve y el de una puerta que se cierra. El comandante deja unos minutos su puesto, parece que para ir al baño, y le pide al copiloto asumir el mando. «Él sale diciéndole: te dejo a ti al mando», explica Robin. Ya solo en la cabina, Lubitz acciona el botón de 'Flight Monitoring System' y ordena el descenso con el piloto automático del aparato hasta 100 pies (30,5 metros), altura definitiva y fatal, y algo que solo puede ser voluntario, porque no se pone en marcha de forma accidental. Cuando el comandante regresa, pide varias veces al copiloto que le abra la puerta blindada de la cabina, siguiendo el procedimiento habitual, que consiste en marcar un código de seguridad y mostrándose a través de un interfono con cámara. No tiene éxito. Golpea luego la puerta cada vez más fuerte. Nada. No hay respuesta.
Mientras, en el interior se escucha una respiración humana, que se mantiene hasta el impacto final, lo que quiere decir que el copiloto estaba vivo y, según el fiscal, a un ritmo que indica que estaba consciente. La torre de control de Marsella intenta varias veces contactar con el avión a través de la radio, sin respuesta. El controlador le pide entonces situarse en modo de alerta para facilitar un aterrizaje de emergencia pero el copiloto mantiene su mutismo.
«Durante los últimos 10 minutos, es el silencio total», señala el fiscal. Es entonces cuando la Dirección General de la Aviación Civil lanza la señal de alarma. Mientras, en el interior del aparato los golpes del comandante sobre la puerta de la cabina son cada vez más fuertes, para intentar derribarla. Simultáneamente salta la alerta advirtiendo a los pasajeros de que se precipitan a tierra
El aparato impacta contra un talud sobre el que se deslizó antes de chocar a más de 700 kilómetros por hora contra la montaña. Se oyen los gritos de la gente y luego..., el impacto final. «La muerte fue instantánea, porque al chocar contra la montaña el aparato estalló, literalmente», prosiguió el magistrado. Son las 10 horas, 40 minutos y 47 segundos cuando el Airbus A320 de Germanwings que cubría la ruta Barcelona-Dusseldorf desaparece de los radares franceses. Lo demás, ya se conoce.
LA PALABRA SUICIDIO
Al concluir el relato de los hechos, el fiscal de Marsella seguía sin explicarse por qué el copiloto impidió la entrada del comandante en la cabina y estrelló deliberadamente el aparato contra los Alpes. «No tenía ninguna razón para impedir al comandante volver a la cabina. No tenía ninguna razón para no responder a los controladores aéreos que le avisaban de su pérdida de altitud, no tenía ninguna razón para rechazar marcar un código que permitiera al avión efectuar un aterrizaje en la zona», decía con asombro.
EN EL ASPECTO ESPIRITUAL
Esto nos deja una gran ilustración de lo que es el hombre frente a Dios, el Señor nos ha dado a todos la capacidad de decidir por nosotros mismos, desde el huerto del Edén vemos que el hombre fue probado en dicha capacidad, la de "escoger entre lo bueno y lo malo", a lo cual el hombre siempre ha escogido lo malo. Esto lo ha llevado a cometer grandes errores que se han convertido en tragedias para con sus vidas, sus matrimonios, sus hijos, sus familias enteras.
Cuando Dios te dice "te dejo los mandos" de tu vida, de tu matrimonio, de tu familia...nos esta dejando en esa posición como cuando Adán fue creado, la decidir que decisiones vamos a tomar, las que dan vida o las que llevan a la muerte. Muchas veces decidimos como este joven copiloto, por nuestros malos pensamientos, resentimientos, odios, que llevan a terribles depresiones, dejamos fuera a Dios, y le cerramos la puerta, aunque el nos llama muchas veces primero de manera suave, y después que no abrimos nos habla fuerte, golpea a nuestra puerta como dice Apócalipsis 3:20. Nosotros decidimos no abrirle y dejarlo fuera de nuestras vidas, y accionamos el botón que nos hace descender para después estrellarnos con un montaña, para morir no sólo nosotros si no que también todos los que el Señor ha puesto en nuestra manos.
Por eso debemos tener cuidado con las tristezas, que generan amarguras, que desencadenan una depresión aguda que nos llevan a la muerte a nosotros y a los que nos rodean...Hebreos 12:15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados...
Dios os bendiga Pastor Josué...
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