UN RELOJ RESCATADO...

Hace unos días estando en el centro de la ciudad donde vivimos, estacione mi automóvil en un estacionamiento público, que por cierto es subterráneo. Al subir esta una de las plazas hermosas del puerto de Tampico y al lado de la antigua oficina de correos, se encuentra un lugar llamado "El pasaje Obregón" en ese lugar existe el mejor taller de relojería de todo el sur de Tamaulipas, el taller de la Casa Moral, así se llama este negocio que ha pasado de generación en generación. Y pasando frente a el, ya para seguir mi camino, recordé que en mi vehículo en la caja de guantes estaba mi reloj, uno que había adquirido con mucho esfuerzo, que lo fui pagando en partes, hasta que pude pagarlo por completo. Ese reloj era una bendición para mi, pero un día se le acabo la pila, y en ese taller que ya mencioné anteriormente le cambiaron la pila por una nueva. Pero tiempo después, se rompió la pulsera que lo sujeta a mi antebrazo, y para que no se me perdiera lo guarde en la guantera del carro, y ahí se quedo por casi dos años, hasta que recordé que estaba ahí, y que había un lugar y una persona que estaría dispuesta a repararlo. Y así fue, lleve aquel reloj con el relojero e inmediatamente le cambió nuevamente la pila descargada por una completamente nueva y reparo el mecanismo de la pulsera que se había quebrado.Aquella reparación me costo solo 40 pesos mexicanos, y que tremenda bendición sentí cuando el reloj que aparentemente estaba dado por perdido y olvidado, volvió a vivir para ser útil para mi y para mi familia y para todos los que necesiten saber la hora. Lo que me hizo reflexionar en la obra salvadora de nuestro Señor Jesucristo, cuando estamos perdidos y olvidados, el nos encuentra y al ver que estamos muertos sin vida espiritual, moral, sentimental, nos da una pila nueva, una vida nueva y repara todo lo que esta roto en nuestras almas y nos hace volver a vivir,y el paga el precio, el cual para el fue el precio máximo porque pago con su vida el rescate de nuestras almas, pero es un precio mínimo para nosotros los pecadores, porque solo basta creer para recibirlo como nuestro Salvador y lo que el hace al salvarnos y darnos una nueva vida es para que nosotros también seamos útiles y ayudemos a otros que necesitan a ser rescatados como nosotros un día lo fuimos. Mis hermanos y amigos: Que Dios nos ayude a no olvidar el día que el Señor Jesús nos rescató del infierno y de la muerte para que estemos dispuestos siempre a servir. SINCERAMENTE PASTOR JOSUE

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